miércoles, 25 de mayo de 2016

LAS TRES DIFERENCIAS

Siempre he mantenido que Bruselas no es un buen lugar para comprar cerveza… al menos, no en las tiendas “especializadas” en turistas ávidos por llevarse en la maleta la primera cerveza belga que encuentren.

- ¿Entonces? ¿Qué narices hago mirando hipnóticamente estas estanterías repletas de cervezas Tilquin?

Vuelvo mi mirada al precio y digo:  

- Venga ya!!!

Así que finalmente dirijo mis pasos hacia otra vitrina del segundo piso de la tienda en la que me encuentro, más por curiosidad que por otra cosa.

Pero, incomprensiblemente me encuentro de nuevo delante de las estanterías de las Tilquin…

- Pero hombre!!! ¿Qué haces aquí de nuevo? – pienso con cierta preocupación.

Ciertamente hace mucho tiempo que no bebo una Tilquin y es la primera vez en todo el viaje que se me ponen a tiro.

Ya conocéis la frase “Solo te arrepientes de lo que no haces”… pues no se diga dos veces, una Tilquin Gueuze y una Oude Quetsche ambas a un módico precio especialmente ajustado para el iluso turista…

Un exceso, sobre todo teniendo en cuenta que a media hora de coche puedo comprarlas por la mitad de este precio, como hice en ocasiones anteriores, pero en este viaje no hay tiempo.

La compra impulsiva esta consumada, o casi, bajo al primer piso de la tienda donde se encuentra la caja y coloco las dos botellas sobre el mostrador.

El dependiente jovenzuelo coge con desgana la botella de la Tilquin Quetsche, la más cara de las dos, y pasa la botella por el lector de código de barras… y continuación dice en un perfecto francés: 

- Son 16 euros.

Teniendo en cuenta que la Quetsche cuesta el doble que la Gueuze la cosa no va a quedar aquí, así que le advierto de su error:

- ¿Cómo? No es correcto, tiene que pasar la otra botella, tienen precio diferente” - Le contesto en inglés dado que mi dominio del francés da para algún saludo y entenderlo malamente.

El chico que a duras penas se expresa queriendo decir “lo siento no hablo inglés” y vuelve a repetir el precio de 16 euros.

Os prometo que soy una persona afable y a la que resulta difícil enojar, pero tras una conversación de besugo, termina por sacarme de mis casillas. Incluso en un momento dudo de que pueda haber mirado mal el precio, subo al segundo piso y compruebo el precio… exacto 8 y 4 euros.


Bien es cierto, que las etiquetas son muy similares, pero eso no justifica la actitud cerrada del dependiente, así que bajo enojado, coloco las dos botellas al lado y comienzo:

- Mira vamos a jugar al juego de las 3 diferencias - chapurreo malamente.

- Un!!! Aunque con esta luz no se distingue muy bien, las etiquetas tienen color parecido pero diferente. El color de fondo… diferente, el color de las líneas… diferente, el color de las letras... diferente.

- Deux!!! ¿sabe leer? Aquí pone “Gueuze” y en esta otra botella “Quetsche”.

Veo, que a pesar de las evidentes diferencias, el dependiente sigue en actitud pasota, de “que me estás contando, paga y vete”… así que no tengo más remedio que pasar a la tercera diferencia.

Trois!!! – le susurre al oído como en las películas de terror - …. El precio.

Cogí rápidamente el lector y lo pasé por el código de barras de la botella de la Tilquin Gueuze antes de que el dependiente pudiese decir ni "mu".

El precio sensiblemente más barato apareció en la pantalla… la cara del dependiente muto a una mueca mezcla de sorpresa y terror, y comenzó a pedir disculpas de manera tan indigna que incluso hizo sentirme mal, así que procedí a tranquilizarle.

Finalmente me llevé mis Tilquin, eso sí, a precio turista y algún regalo que el dependiente tuvo a bien darme para compensar mi monumental enfado.

Bueno, pues esto ha sido todo. Este relato nos permite reflexionar sobre los precios, las compras impulsivas, sobre lo difícil que es en ocasiones entenderse y distinguir si hay mala fe o simplemente descuido. 

Pero la pregunta es… ¿Qué hubiera hecho si hubiera pasado el precio de la cerveza más barata?




Nota: Tilquin Situada en Bierghes, en el valle del río Senne, es el único “blender” de gueuze de Valonia y el último en unirse a la tradicional familia de las Lambics belgas. Al frente Pierre Tilquin, un joven, que domina el viejo arte de mezclar lambics como pocos. Partiendo de los brebajes de Lindemans, Cantillon o Boon ha sido capaz de convertir sus productos en verdaderas maravillas… sutiles, equilibradas y muy valoradas por los amantes del estilo. 

lunes, 16 de mayo de 2016

GROTTEN SANTÉ, REGRESO AL PASADO

Hoy es uno de esos días de “regreso a un pasado cercano que creía perdido”, acercas la copa e intentas recoger todos esos aromas y sabores que creías ya extinguidos… sí, ahí está. Cuando vi la botella en la tienda me había planteado ciertas dudas, pero definitivamente es la nueva Grottenbier Bruin.


PIERRE Y SAN BERNARDO

La historia comienza cuando Pierre Celis… Sí, ese mismo que resucitó la tradición de las witbier, vuelve de los Estados Unidos y elige a Brouwerij Saint Bernard como socio para elaborar su última creación.

No es extraño que Pierre Celis eligiera St.Bernardus para elaborar su Grottenbier dado su conocido éxito con cervezas magistralmente fermentadas durante largos periodos, más allá de lo que hacían otros productores belgas.

Así se elaboró esta Grottenbier por primera vez y salió al mercado allá por el año 2001. “La Cerveza de Gruta”, Llamada así, porque se maduraba en unas cuevas situadas cerca de Hoergaarden y que curiosamente tuvieron que ser sustituidas por otras en Kanne, cerca de Maastricht, porque en ellas hibernaban murciélagos.


En pocos años esta cerveza se hizo con muy buena reputación y siempre se encontraba en toda lista que quisiera indicarnos las cervezas belgas imprescindibles. Michael Jackson colaboró en su éxito, ya que llegó a calificarla como una de las mejores cervezas del momento. Pero en el año 2014 dejó de elaborarse… y yo sin ninguna botella en mi baúl!!!


KAZEMANTTEN,  EL RENACER

Cuando todos pensábamos que se había pasado definitivamente un día alguien comparte una noticia en las redes sociales, quizás a muchos no les diría nada pero a mí me llenó de ilusión, la cerveza de las grutas volvería a elaborarse de la mano de Julie y Martin hijos de Hans Depypere (CEO en St.Bernardus) y Rudy Ghequire (Gerente de Rodenbach) respectivamente.

Fuente: Kazematten.be

Brouwerij Kazematten, en Ieper/Ypres, se ha convertido en el nuevo refugio, como indican en su web, de la ya clásica Grottenbier belga. Acompañado de un lavado de cara, un nuevo nombre “Grotten Santé”, botella y etiqueta… aunque nos aseguran que la receta es la misma.

Las cuevas donde reposaba esta cerveza antaño han sido sustituidas por las Casamatas, estas viejas construcciones militares, subterráneos que datan de finales del siglo XVII y que nos aseguran cumplen las condiciones óptimas para albergar en su interior la maduración de esta cerveza. Solo hace falta comprobar el resultado.


LA NUEVA GROTTENBIER

La original era especiada, tenía una segunda fermentación en botella, se maduraban durante dos meses y se iba girando las botellas como se hace habitualmente en el champagne y cava.

Desde Kazematten indican, que a parte de los cambios estéticos y de emplazamiento, todo se mantiene igual, aunque yo puntualizaría un cambio más, y es que ya no se utiliza el agua de manantial de Watou utilizado en la original… cambio que no creo que represente una modificación relevante en el resultado final.

En apariencia, de color marrón y quizás un poquito menos turbia que la original. La potente carbonatación se traduce en una buena corona de espuma beige que se reduce relativamente rápido a una capa de medio dedo que permanece estable hasta el final. En la original cuando llevaba varios años de guarda llegaba a desaparecer, pero claro este no es el caso.

Aroma agradable y complejo… muy complejo, tal como lo recordaba. Tiene un carácter vinoso, donde las maltas y las especias son las protagonistas, aunque también se distinguen las típicas notas a levadura belga. Es afrutada, huele a uvas pasas, plátano, nuez, pimienta, clavo, canela y algunas notas florales… maravilloso.

Sin embargo, el sabor no es tan complejo como nos anunciaba el aroma, siendo más plana en matices, pero de sabor inconfundible y muy disfrutable. Las notas afrutadas y especiadas dominan de nuevo, bien equilibradas con alguna nota amarga y algo de madera. Quizás se espera un sabor más intenso, pero en realidad está muy contenido… alguien podría decir incluso soso, pero como suele decirse “… but I like it”.

En boca no es una cerveza con mucho cuerpo, pero tiene el suficiente para sostener la elaboración, aunque la convierten en una cerveza más liviana que una dubbel al uso. El final  es seco y afrutado.


CONCLUSIONES

La esencia y el carácter de la Grottebier original está ahí, no sabría decir cuánto de diferente es. Sobretodo echo en falta los matices agridulces de las últimas Grottenbier que había probado ya envejecidas, quizás vuelva a envejecer alguna de estas nuevas, para recuperar aquellos sabores.

Podría decir que es algo más liviana y seca que su predecesora, pero tampoco estoy seguro, creo que guarda bastante similitud.

En líneas generales su degustación me ha parecido muy agradable, he vuelto a descubrir una cerveza muy disfrutable de sabores especiados y sutiles que bien merecen tenerla de manera habitual en el frigorífico, para volver a ella cada cierto tiempo.



Valoración de “El Baúl de las Cervezas”: 8/10




Ficha Técnica:
Fabricante:
Brouwerij Kazematten.
Elaborada en:
Ypres (Bélgica).
Estilo:
Belgian Ale/Dubbel.
Color:
Marrón.
Alcohol:
6,5% Alc.
IBUs:
N/A
Temperatura:
12º
Servir en:
Copa Caliz.

jueves, 12 de mayo de 2016

MIS CERVEZAS DE ABRIL 2016

Ya tardaba y es que durante las últimas semanas he estado algo alejado de este blog. Pero fieles a la costumbre de hacer un repaso mensual a las cervezas que bebo, permitirme este mes hacer algo distinto.

Siempre me defino como un desconocedor del mercado “craft” español. En los últimos tiempos han surgido tantos elaboradores que me he visto incapaz de seguirlo al día, así que me muevo más por recomendaciones.

Aprovechando que durante el mes de abril pude probar bastantes cervezas nacionales, algunas por primera vez, voy a dedicar este resumen a España y algunas de las propuestas que he probado y de las que me apetecía decir algo:


THE NUCLEAR MUTANT BEAST VS. THE GIANT REPTILIAN FROM HELL

Esta cerveza de largo nombre... largo... larguísimo, es la colaboración entre dos elaboradores que no solo llevan tiempo en esto de elaborar cerveza, sino que además poseen esa inquietud y entusiasmo que tanto me gusta ver en los cerveceros.

Algunas opiniones en la red me habían “asustado” ya que calificaban a esta como “cerveza extrema” y la verdad es que la etiqueta tampoco presagiaba nada bueno... ¿Black Rye Smoked Imperial IPA Cedar Amaretto Aged? Al final Yria y Reptilian con Ernesto e Isaac al frente han elaborado una cerveza muy consistente.

Negra, de textura aceitosa, poca espuma y carbonatación baja. Con gran multitud de matices tostados, ahumados, a madera y el amaretto, que se distingue fácilmente. Las notas dulces y amargas dominan, con notas a café, aunque hay algún matiz salado. Relativamente buen equilibrio. Alcohol bien escondido, aunque poco a poco va calentando el gaznate. Buen cuerpo y final seco y amargo, con algo de amaretto de nuevo … qué más puedo decir, muchos matices, todo está ahí y parece que va a explotar, pero no, todo sigue ahí contenido… a un paso de explotar y ser memorable. Me ha encantado.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8,25/10


LAUGAR AUPA TOVARISCH

Laugar es uno de esos elaboradores de los que no conozco elaboración floja, todas las que he probado se mueven a muy buen nivel, aunque sin duda esta Aupa Tovarisch se encuentra entre las más elogiadas.

Es una imperial stout de color negro profundo y espuma marrón. Con aroma a maltas tostadas, torrefacto y notas licorosas. El sabor es complejo, parece que pelean los matices dulces y amargos. Predomina el café, aunque también encontramos chocolate y caramelo. En boca es cremosa y tiene buen cuerpo. El alcohol se deja notar, pero está bien integrado. Final suavemente amargo perdurando bastante en la boca.

Objetivamente es una elaboración intachable, esta “hornada” me ha gustado más que la anterior, pero a pesar de ello no produce en mí el entusiasmo que otras elaboraciones de este tipo, es una percepción totalmente subjetiva, porque en mi opinión estamos ante una de las mejores cervezas nacionales.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 8/10


NAPARBIER HEFEWEIZEN

Siempre que veo una interpretación de estilos germanos en un elaborador de otro país me hago la misma pregunta ¿por qué? En Alemania y países de su órbita estos estilos se encuentran muy redondeados y a un precio en ocasiones ridículo ¿por qué un pequeño elaborador de otro lugar se va a meter en la elaboración de estas cervezas?

Como podréis deducir de lo anterior, siempre que me acerco a este estilo lo hago con elaboraciones alemanas, pero una de las excepciones ha sido esta Hefeweizen de Naparbier. En mi opinión, no es exactamente fiel al estilo, pero muy agradable de beber. Afrutada con sutiles notas cítricas entremezcladas con plátano y un toque picante. Ligera y refrescante y con un final largo y sabroso. A mí me ha gustado.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7,5/10


AMBAR 10

No sé, pero siempre he tenido una imagen positiva de La Zaragozana (Ambar). Dentro de las llamadas “industriales” me parece ver cierto inconformismo, traducido en su amplio abanico de referencias, bastante extenso para este tipo de fabricante. Así que cuando vi esta Ambar 10 en la estantería de un supermercado tampoco me extrañó demasiado.

Sí vamos a la cerveza en sí, diré que me ha gustado. Es una cerveza potente, maltosa, licorosa, algo acaramelada y sutilmente amarga. Pero me chirría mucho eso de leer “cerveza artesanal” y de los “10 lúpulos distintos” que anuncia, sinceramente podían haber ahorrado 8 ó 9 pues al final no aportan nada especial ni al aroma ni al sabor. En cualquier caso, yo, amante de este tipo de cervezas le doy mi visto bueno.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 7/10


NIÑA BARBUDA

No es fácil que las cervezas de ciertos elaboradores lleguen a mi ciudad, así que hay que aprovechar cuando ello sucede. Es la primera vez que he podido probar alguna de las cervezas de Barcelona Beer Company. En general, me ha parecido un elaborador que cuida los detalles, buena imagen corporativa y elaboraciones bien ejecutadas que me han dejado un buen sabor de boca.

Por destacar una, destaco esta “Niña barbuda”, a parte de la simpática historia que cuenta en su etiqueta, es una Brown ale cargada de notas tostadas y chocolate. Buen equilibrio entre notas dulces y amargas. Con un final seco y amargo. Me dio la sensación de que estaba justita de cuerpo, por el contrario, esto la convierte en una cerveza ligera y agradable de beber. Cerveza más que correcta.

Valoración de El Baúl de las Cervezas: 6,75/10